Veterano restaurante: abrió allá por 1932, y desde entonces lleva sirviendo cocina tradicional española, de mercado y con mayúsculas.
¿El menú? Olvídalo: la carta cambia a diario y se “canta” al comensal. Pero el género, que es lo que importa, es de primera. Y se visibiliza en platos como el congrio en salsa verde, el zancarrón, los bocartes con anchoas o las verduritas de la huerta, los platos de cuchara como los niscalos con patatas, los calamares en tinta y las delicias de merluza, las rabas, la ensaladilla rusa, el rabo de toro, el flan y el arroz con leche, las natillas... Solo abren para la comida pero, eso sí, te invitan a disfrutar de una larga sobremesa.