Marcado por un diseño rústico y minimalista, por su decoración fotográfica y por la media docena de premios gastronómicos que lo vuelven aún más atractivo, el miembro madrileño de la cadena Rubaiyat se ha convertido en un clásico de la cocina capitalina.
El local está dirigido por Berlarmino Fernández y basa su oferta en un espléndido muestrario de carnes de producción propia y por un conjunto de platos donde manda la nobleza del producto utilizado. Y sí, aunque la carne es el epicentro de su identidad con piezas que proceden de su propia Hacienda– Brangus y Tropical Kobe Beef– también merece la pena deleitarnos con su cazuelas de cobre en su no menos variado y espléndido bufet de autoservicio. Hay mucho y bueno donde elegir–por ejemplo su steak tartar cortado a cuchillo– y entre otras cosas y solo durante el mediodía de los sábados de Noviembre a Marzo su emblemática “feijoada”.
Y para rematar los panes y los postres son caseros.