Excelente momento para hacer parada y avituallamiento en Aki Madrid. Una buena cerveza acompañada de sus riquísimas patatas fritas caseras lo merecen. Pero habrá algo más, ¿no? Pues sí: buen picoteo (patatas bravas, huevos rotos con jamón, tablas de ibéricos y quesos) y un menú del día fabuloso. La semana se cierra con un espléndido cocido madrileño dominical.
Dedícale un rato a conocer el local, que es mucho más grande de lo que parece: el sótano-cueva —del siglo XVII, nada menos—tiene mucho punto; hace del Aki un lugar es bien grande, ideal para grupos. Muy bien atendido el Aki, es una opción segura; ¡no te defraudará!