La calle Ponzano parece inagotable a la hora de descubrir nuevos bares y restaurantes de nivel. Uno de ellos es este agradable y entrañable bar que abre pronto por la mañana, por lo que es perfecto para disfrutar de un buen desayuno y tomarle bien el pulso a un barrio apasionante.
En el Claxon manda la barra –tiene unas cuantas mesas altas en la entrada y dos mesas grandes al fondo para sentarnos–, un servicio impecable y cálido y una carta vibrante y dinámica llena de sabor y ricos bocados. Podemos empezar con sus elaboradas tapas: bacalao en tempura, torrezno a baja temperatura –uno de los hits del local–, crujiente de morcilla y puerro o sus espléndidas croquetas. Podemos seguir con un rico carpaccio, que aquí los bordan: de gamba roja, de presa ibérica con trufa o de atún rojo, guacamole y vinagreta de jalapeños. Si queremos, como dicen ellos, algo con fundamento hay donde elegir: milhoja de foie y manzana al caramelo de Oporto, huevos trufados sin romper, pluma ibérica con pimientos de Guernika, hamburguesa especial o tartar de atún rojo. Los postres son caseros: deliciosa la tarta de queso con galleta, brownie de con frutos rojos o cremosa de chocolate.