A escasos metros de la Estación Sur se ubica, desde hace más de veinte años, este bar-restaurante ideal para recién llegados a la ciudad o para una última comida antes de tomar el autobús. Su especialidad: las carnes a la brasa. Es, pues, el lugar perfecto para regalarse un cuarto de cordero o cabrito lechal (para dos personas), o un cochinillo asado a la segoviana por buen precio. También a tener en cuenta los menús del día, con precios muy competitivos: puedes comer un gazpacho, risotto o pasta de primero, y de segundo una buena parrillada de carne, lomo de ternera gallega o secreto ibérico a la parrilla.
Cuenta con un amplio salón con 30 mesas, y una barra donde degustar una de sus excelentes hamburguesas (la de buey, por ejemplo) o un buen sandwich (como el de milanesa de pollo). Magnífica terraza.