Magníficamente ubicado junto a Atocha Renfe, ideal para viajeros o no, es este mesón abierto hace muchos años, pero reconvertido en restaurante gallego hace apenas un lustro. Como buen gallego despacha buen pulpo, pero también croquetas caseras, mucha variedad de pescado, carnes… Recomendamos la merluza a la crema de langosta, el bacalao gratinado al horno, la caldeirada de arroz, el rodaballo o el tartar de atún rojo. En carnes, el solomillo de ternera, entrecotte, lacón con grelos y chuletas de lechal, y milhojas de rabo de toro con virutas de jamón ibérico
Además de la zona de restaurante, cuenta con una cómoda barra donde degustar raciones de ensaladilla rusa, patatas alioli, boquerones, encurtidos… Un lugar muy agradable, bien decorado y bien atendido.