Malpica es uno de esos lugares que atraen la mirada de los curiosos que caminan por la Corredera Baja de San Pablo. Su ambiente tranquilo, su decoración cuidada inspirada en un eterno verano y la variedad de sus espacios -no dejes de pasar hasta el fondo- hacen de él uno de los top de Malasaña.
Si las cañas llegan a la hora del aperitivo son imprescindibles sus torreznos recién hechos y muy crujientes. Si hablamos de la hora de la comida o la cena, aquí las alternativas son variadas y sobre todo, adaptadas a dietas vegetarianas, tal y como indica su amplio repertorio de ensaladas. Sin embargo, entre todas sus especialidades, hay algo que destaca por encima de todo: sus platos a la brasa. Desde un espectacular pulpo hasta diferentes cortes de carne, como la entraña o el lomo de buey trinchado. Tartas caseras junto a un económico menú del día y su brunch del domingo completan la lista de reclamos que nos llevan a conocer Malpica.