El Velázquez 17 presume de cocina con luz y sabores cálidos con un toque exótico, algo que puede observarse en su carta y robar en cada uno de sus platos. Además, cuenta con una cocina siempre abierta que se va adaptando según pasan las horas del día, desde un completo brunch hasta principales tan apetecibles como la Parrilla de lomito, las crepes de pato o el risotto de setas trufadas. Aunque su oferta de entrantes es tan variada y deliciosa que es sencillo alargarse con ellos y que ya solo haya opciones de postre.
Es inevitable que nos tiente su terraza, en la calle Velázquez, es decir, en el mismísimo centro del barrio de Salamanca, que bien vale para saludar un buen domingo o terminar un maravilloso sábado.