Monkey Monk

El monito del logo, en plan meditativo, ya promete desde lo lejos: Monkey Monk se emplea a fondo en darte de comer comida de la buena y te da la bienvenida a lo que sus responsables llaman el “espíritu fit” de las barras de Madrid. Su “tapeo saludable” propone la rica ingesta de raciones como los Monkey Nachos —al horno y con su sabroso chile—, el No Soy Falafel o el Pollito a la Pope. También hay suculentas pizzas (es el caso de la Bye Bye Carbonara blanca y de la Ciao Calabresa roja), fresquísimas ensaladas y fragantes hamburguesas. ¿Más? Mucho: prueba las bravas (con patatas y batatas) o el humus de judías, y verás qué cosa más especial.

El Monkey está en la parte baja de Palma, casi en Conde Duque. Merece la pena que vengas porque, comida aparte, es un local privilegiado, con vigas y columnas de obra, cómodas mesas altas con sus taburetes altos, y te sentirás como en casa. El Monkey tiene algo de bar de toda la vida pero sorprende porque está… en un antiguo estanco.