Planes para dar la bienvenida a la primavera en Madrid
Vas paseando tranquilamente por Malasaña cuando notas un pequeño picor en la nariz y los ojos […]
El Benteveo es el ejemplo perfecto de cómo lo antiguo y lo nuevo pueden coexistir en un bar gracias a la reforma hecha por sus nuevos propietarios. Lo que era un bar anodino y sin encanto se ha convertido, por arte de magia, en un local con encanto–ahí está el mobiliario setentero original– que se nos antoja perfecto para tomarse unas cañas, merendar o hacer tiempo antes de una sesión de la “filmo”, ya que está ha solo unos pasos.
Además su carta sencilla–sandwiches, hummus, empanadillas, hamburguesas y deliciosas y variadas tostas– es más que eficaz si tienes algo de hambre. Bienvenidas sean las segundas juventudes y bienvenidos bares tan cálidos, bonitos y auténticos como el Benteveo.