Tiene sus fans el Orfran. Una clientela que sabe de la generosidad, la calidad y los buenos precios de las raciones de este bar que levantó la persiana en 1987 y que sabe hacer parroquia por la alegría y la calidez que respira dentro de sus paredes. Lugar perfecto para degustar unas cañas bien tiradas, pero también, y esta es una de las señas de identidad del Orfran, porque de su cocina salen 40 raciones distintas con ese inconfundible aroma casero que tanto nos gusta.
Si nos preguntas a nosotros nos quedamos con sus alitas con chumichurri, la prueba asturiana (chorizo a la sidra, crema de cabrales y patatas con ajo y pimentón) y sus huevos estrellados en diferentes versiones. Además tiene una acogedora y amplia terraza para disfrutar de todas sus bondades. ¡Viva el Orfran!