Dinámico, luminoso y divertido. Así se presenta El Viajero después de su renovación. Un cambio de “look and feel” de uno de los lugares referentes del ocio capitalino y, claro está, del animado barrio de La Latina.
Pocos locales pueden presumir de tan brillante trayectoria, pero como para ofrecer siempre lo mejor hay que renovarse sus responsables se han puesto manos a la obra. Dicho y hecho. Nueva decoración; limpia, moderna y llena de detalles cálidos, así que todos aquellos que tengan miedo a los cambios pueden estar bien tranquilos porque de lo que se trata es de ofrecer más y mejor. Aquí sigue su coqueta terraza–inmejorablemente situada–para tomarle el pulso al barrio, y también su bar restaurante a pie de calle–ahora con barras altas y cómodos taburetes– donde dar buena cuenta de su variada cocina que cuida y resalta los sabores de una materia prima de primera calidad.
De su carta tienes donde elegir, pero destacamos la ensalada de burrata, las mini hamburguesas, los crujientes de pollo, o las carnes a la parrilla–atención porque la carne la traen expresamente de Uruguay–. Y si después de comer o de cenar lo que te pide el cuerpo es tomarte algo, no se nos ocurre mejor lugar que su primera planta en la que–atención a la novedad, prolonga su utilización con talleres y área de coworking durante las mañanas–una actividad que se extiende hasta la tarde gracias a su carta de cafés y las tartas que están para chuparse los dedos.