El nombre de Los Tiernos está inspirado en el que fue el alcalde más querido de Madrid, Tierno Galván. Algo a lo que aspira también este bar que quiere ganarse el corazón de los vecinos y habituales del barrio recuperando la oferta -y las formas- de las tascas castizas. Precisamente, Los Tiernos ocupa el espacio de un modesto pero legendario café-bar al que han sometido a un conveniente lavado de cara para que luzca su actual fisonomía, una atractiva combinación de modernidad y aire vintage.
En su su carta, por tanto, la oferta esperable: recetas tradiciones y platos de siempre, sin florituras y sin reinterpretaciones. Como podemos comprobar en su menú del día (en el que no faltan los platos de cuchara), en sus miércoles de cocido o en las tapas generosas que acompañan a sus cañas. Y a la hora de elegir raciones: bravas, buñuelos de bacalao, callos, chipirones, croquetas o un pincho de tortilla que defienden como “el mejor del barrio”.
Como ellos mismos predican, Los Tiernos es un bar para que todos los madrileños adoptados se sientan auténticos gatos.