No les viene de nuevas a Laura y su hermana esto de la hostelería. Su padre ya dejó huella en Ciudad Real con Miami Park, uno de los mejores restaurantes de la ciudad que dio paso en 2010 a este moderno y amplio gastrobar situado en pleno centro. Gran barra, cocina vista y una carta desenfadada y atractiva con multitud de raciones, platos y bocados que aúnan de manera creativa sabores tradicionales con otros contemporáneos y viajeros.
En su carta hay pinchos y bocados, perfectos para un picoteo casual: croqueta de jamón ibérico, terrina de foie con puré de patatas y aceite de pimentón, sobrasada ibérica con miel y piñones en montadito de pan de cristal, creppe de vieria y gambas, mini canelón meloso de buey con espuma de bechamel, taco de bacalao a la tártara…. Conviene siempre, porque va rotando, echarle una ojeada a las sugerencias: mollejas, almejas a la marinera, zamburiñas, chipirones en su tinta con arroz blanco, chopitos, ceviche de vieria o steak tartar sobre pan brioche.
También carnes –solomillo de cerdo ibérico con salsa de miel y mostaza–, pescados y mariscos-gamba blanca cocida y ostras Gillardeau–, aunque no son pocos los que vienen al Miami a disfrutar de dos de sus especialidades: la flor de calabacín en tempura rellena de queso de cabra y hierbas frescas y su variado apartado de hamburguesas que están para chuparse los dedos. El Miami tiene terraza y para completar su completa y heterogénea propuesta cuenta un comedor en la primera planta para todos aquellos que necesiten más intimidad y reposo.