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Guía_
Bares con WiFi para trabajar
Para esos días en los que te apetece desconectar de tu lugar habitual de trabajo -ya sea tu casa o la oficina- pero tienes que seguir currando, Madrid cuenta con algunos espacios en los que vas a encontrar todo lo necesario para mantenerte online: wifi gratuito y una carta repleta de referencias para tomar un bocado ligero o un contundente plato de cuchara. Lo mejor es que, cuando hayas terminado, puedes pedir una ronda de cervezas y rematar el día con tus amigos sin necesidad de cambiar de bar. Tú eliges.
CON EL MORRO FINO. La Bicicleta, un clásico en Malasaña
No sé cuantas, pero han sido muchas las veces que estando por el centro he necesitado trabajar un rato y nunca se me ha ocurrido mejor opción que ir a La Bicicleta (Plaza San Ildefonso, 9). Y es que pocos locales están tan bien situados, en plena plaza de San Ildefonso, justo en la esquina que separa la Corredera Baja de San Pablo de la calle del Barco. En este local con temática bicicletera podrás gozar con unos buenos croissants, tartas, sandwiches, bagels, platos veggies, cañas bien tiradas y, por supuesto, una buena dosis de señal wifi. Es perfecto para trabajar; o para hacer todo lo contrario. Eso ya te lo dejo a tu elección.
CHIC AND CHEAP MADRID. El Azul de Fúcar: como en casa
El Azul (Fúcar, 5) es un pequeño y cálido refugio diurno en el barrio de Las Letras, una zona que por la noche se vuelve canalla, y por la mañana se recupera con sosegados paseos, galerías de arte y encantadores restaurantes. Este es uno de ellos, una mezcla entre café, bar y bistró, en el que cuando uno entra, podría pasar horas y horas sin mirar el reloj.
Aquí puedes abrir tu portátil (por supuesto, tienen wifi), sentarte a escribir y disfrutar de uno de sus desayunos, o bien uno de sus ricos, sanos y asequibles menús para almorzar. Al igual que en casa, aquí crearás tu espacio sin que nada ni nadie te interrumpa hasta caer el sol. Será entonces cuando el ambiente de El Azul te convenza del todo, solo si quieres, para disfrutar de una cena o, por qué no, de una ronda de cañas con los amigos para celebrar que la jornada ha sido, seguro, más que productiva.
eat&love. La Ciudad Invisible, donde la inspiración siempre te encuentra
Si hay una práctica que los eatandlovers nos tomamos muy en serio, es la de romper la rutina tomando pequeñas decisiones creativas en el día a día. Y es que, cuando la inspiración te ‘hace la cobra’, cambiar de escenario es la estrategia perfecta para atraerla a tu redil. Por eso, somos muy fans de escaparnos de cuando en cuando lejos de las cuatro paredes de nuestro estudio a alguna cafetería con encanto en la que trabajar a gusto, como La Ciudad Invisible (Costanilla de los Ángeles, 7).
Muy cerca de Ópera, esta moderna cafetería de interiorismo vintage, decorada con elementos industriales y mesas corridas (ideales para esparcirse a gusto), es un clásico de la zona que no te puedes perder. Entre otros atractivos, cuenta con inmensas estanterías llenas de guías y revistas de viajes (ojito con distraerte soñando con algún paraíso tropical), carta de picoteo con tapas nacionales e internacionales, pizzas a tutiplén y tostas, entre otros, y conexión wifi de las que funcionan muy bien y, además, durante todo el día. Si a pesar de todo, las musas no vienen a verte, toma nota de nuestro consejo eatandlove del día: pídete una cañita, que inspira que da gusto.
HISTORIAS DE UN FOODIE. Serafina, un workcenter improvisado y apetecible
Serafina (Espoz y Mina, 4) es uno de mis sitios favoritos para improvisar una sesión de trabajo por el centro de Madrid, con un espacio francamente chulo de aire neoindustrial. Aparte de sus cómodas mesas bajas y altas de la planta principal, en la superior podemos aprovechar algunos de sus sofás para sentirnos casi cómo en casa.
Si a esto le sumamos la posibilidad de engancharnos a la red con una velocidad más que aceptable y acompañar el trabajo con una Mahou en la mano y algún pincho o tapa de su interesante barra, entenderéis por qué me dejo caer tanto por aquí. Y es que su cocina está abierta durante todo el día (desayuno, tapas, comida, merienda y cena) para que podamos agasajarnos gastronómicamente con su ensaladilla o sus famosas croquetas, entre otros bocatto di cardinale que tienen en la carta del bar. Una propuesta más que interesante para desconectar… estando conectado.
MADRID DIFERENTE. La Realidad, un bar que inspira
La inspiración retro y un ambiente tranquilo son dos de las claves que convierten a La Realidad (Corredera Baja de San Pablo, 51) en un lugar perfecto para conectar el ordenador y ponerse a trabajar. Y es que, el hecho de que sus propietarios se dediquen al periodismo y la comunicación, se nota en el ambiente: un espacio acogedor y tranquilo durante el día -se organizan incluso lecturas de poesía- pero que, cuando llega la noche, cambia de cara y presenta su faceta más canalla y bulliciosa.
Fiel al espíritu más malasañero, es un bar de esos en los que puedes pasar todo el día y no aburrirte ni un instante. El salón del fondo es la mejor zona para aislarte durante toda la mañana hasta que, casi sin darte cuenta, llegue la hora de comer. Acertarás si pides su célebre tortilla de patatas, pero también si te decantas por alguno de sus platos del día, como la crema de espinacas con uno de sus emparedados hechos con pan de masa madre. La sobremesa te puede servir para adelantar algo más de trabajo y, al llegar la tarde, no lo dudes: reúne allí mismo a tus amigos para tomar una cerveza en formato afterwork. Es lo que más se lleva en este ‘bar mítico’ -como reza su apellido-, uno de los más populares entre los modernos de la ciudad.
ME GUSTA MI BARRIO. La China Mandarina: Cascorro como escondite laboral
La China Mandarina (Plaza de Cascorro, 17) es una cafetería de las de tener a mano para cualquier ocasión. Un café acogedor, de mesas amplias y bonitas lámparas, donde tomar un aperitivo un día cualquiera, en buena compañía. O en soledad, porque ‘La China’ también es el lugar perfecto para aquellos que trabajan en casa y necesitan un poco de aire de vez en cuando.
Una mesa larga, diáfana, con enchufes y wifi gratis, o coquetas mesas junto a la ventana donde degustar una caña o elegir algo de su carta, corta, pero sana y sabrosa. Ensaladas, quiches, guisos gustosos, buenos postres y un menú del día original, con platos saludables como cremas del día sin lácteos y guarniciones a base de quinoa o arroz integral. Una forma muy sana de completar tu jornada laboral.
MESADE2. Costello Rio, luminoso espacio con vistas
El distrito de Arganzuela se está convirtiendo por momentos en una de las zonas más cosmopolitas de la capital. En buena parte se lo debe al espacio cultural Matadero Madrid, que cada fin de semana acoge diferentes actividades culturales, y a Madrid Río, nuevo enclave verde donde poder pasear; sin duda, dos motivos que convierten a Costello Río (Plaza del General Maroto, 4), situado justo enfrente, en una opción ideal para dejarse caer. Este local acristalado, y por lo tanto muy luminoso, invita a descansar y disfrutar de una caña acompañada de un buen libro, o de una revista de esas que nos evaden por un ratito del ajetreo de día a día.
Si a eso le añades que tiene wifi y que el horario de apertura es amplio, se convierte en una elección perfecta para sentarte con tu portátil a trabajar y repasar los últimos proyectos que rondan por tu cabeza. Los camareros son muy agradables, igual que el local, decorado en madera reciclada, ladrillo visto y tonos anaranjados, vegetación en las paredes y un hilo musical de fondo que ayuda en la concentración. Y todo ello con la ventaja de que es un restaurante de carta variada con tintes americanos apta para todos los públicos -y una terraza que en verano hace las delicias de los que por allí paramos-. Sin duda, tenéis que probar sus nachos, el hummus casero o los crujientes de pollo con corn flakes, nuestros tres platos de picoteo preferidos. Sus hamburguesas también son una buena opción para comer, acompañadas de una cervecita bien fría, así como su menú diario, que cambian semanalmente y que aglutina los platos más demandados por los propios clientes del local.
O LO COMES O LO DEJAS. La Infinito. Libros, calma y buena música
Bajando por la calle Tres peces y antes de adentrarse en el característico bullicio del barrio de Lavapiés, nos encontramos con el café La Infinito (Tres Peces, 22) que ocupa una tranquila y luminosa esquina. Rodeados de libros y muebles antiguos, encontramos el ambiente perfecto para trabajar con nuestro portátil al ritmo de una música escogida para encontrar un refugio de paz. Concentrarse así, sí es posible, al mismo tiempo que disfrutamos de sus tapas elaboradas con productos de temporada y sus cañas bien tiradas. Sin duda, un rincón mágico que nos proporciona infinitas posibilidades.
TENEMOS QUE IR. Clarita Madrid, perfecto para las tardes de portátil
Un sitio ideal en el que quedar a trabajar es Clarita (Corredera Baja de San Pablo, 19). El local situado en una de las arterias del barrio de Malasaña, tiene una decoración desenfadada y de estilo vintage que hacen de él un lugar muy agradable. Además, Clarita no cierra por las tardes y dispone de wifi gratuito, por lo que aquí sí que podrás trabajar tranquilamente.
Y claro, además de para trabajar, es un sitio perfecto para tomarse una caña junto con algo para picar, la compañía perfecta en los momentos de concentración. Te recomendamos que pruebes su tartar de salmón con mostaza dulce, eneldo y rúcula, o su tempura de verduritas con cangrejo de caparazón blando. Si lo haces, seguro que te enganchas y ¡al final te quedas a cenar!