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No hay cena navideña sin una buena tabla de quesos en la mesa (que oye, si la acompañas con una Mahou fresquita po’ no te digo yo que seguramente esté mejor). Así que, si quieres que tu cena destaque por este must, no puedes decirle que no a La Carbonera Bar De quesos. Un sitio fancy pero clasiquito, como tu hogar navideño, y con platazos como el carpaccio de manitas de cerdo; las setas asadas con queso de vaca ahumado y huevos a baja temperatura; el pulpo templado con puré de patata violeta, salsa de ají amarillo y queso artesanal; el asado de tira laqueado en su jugo con salsa hoisin y puré de boniatos asados o los ravioli en masa won ton y katsu curry. Si con esto no se te hace la boca agua, solo me queda decirte que las tablas de queso te las montas tu a tu gusto, así que si MA-TAS por el queso, ve reservando ya, que seguro aciertas.
¿Que sois más de picoteo que de cenar en plan serio? No worries, la taberna La Mina es otro clásico que seguro acierta para una cena con colegas en esta noche especial: unas croquetitas, algún que otro aperitivo y sobre todo gambas, que las necesitamos después del trote de 2021 que estamos teniendo.
Si lo que buscas es pegarte un buen homenaje, el Jardín de Recoletos, ubicado en el hotel con el mismo nombre, cuentan con una selección de carnes y pescados para hacerte la boca agua.
La fantasía de este gallego ubicado en el barrio de las letras es que cada uno puede configurar un menú a su antojo. Así que se acabó que tus compis de turno te digan IS QUI ISTI NO MI GUSTA porque por fin tenemos una solución. Incluso los menús de grupo (tienen hasta para 30 personas) son personalizables. Así que, si estás planeando cena con amigos a buen precio y con calidad, yo no me lo pensaría dos veces e iría reservando también la rondita de Mahou.
Una de las nuevas propuestas de Madrid que se está convirtiendo en todo un clásico. Si buscas un plan diferente para tu cena, Fismuler es el sitio: cocina estacional, con influencias nórdicas y sello de autor. Un broche de oro perfecto. Eso sí, reserva pronto porque las mesas vuelan.
