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Guía_
De cañas por Malasaña
Tiendas de ropa vintage, restaurantes de comida internacional y los mejores garitos para acabar el día. Esto es Malasaña, uno de los barrios más vivos y alternativos de Madrid.
Malasaña, el mítico barrio de la modernidad capitalina, tiene mucho que ofrecer a cualquier hora del día. Te preparamos una pequeña guía con cuatro locales en los que tomarse unas copas entre tienda y tienda. Estilo neoyorquino, fusión, cañí o exclusivo. Eliges tu aventura.
En este emblemático barrio hay plan a cualquier hora del día. Puedes empezar la tarde de cañas en el “street art café” Gorila Malasaña (Corredera Baja de San Pablo, 47), donde, con suerte, te pilla alguna exposición de algún artista urbano o su happy hour de… ¡cinco horas! Su decoración de estilo industrial y con bien de madera y su enorme mural el gorila lo convierten en un espacio altamente acogedor donde quedarse varias horas (así no tendrás problemas para explotar sus 2×1). Si te gustan los lugares con un toque canalla, que te hagan creer que estás en Brooklyn y donde ver gente guapa desfilar sin parar, este es tu sitio.
Un poco más abajo, donde Corredera Baja de San Pablo haciendo esquina con la calle del Pez, nos topamos con el Amargo, un bar de cócteles y restaurante que llama la atención tanto por su decoración (ladrillo visto, maderas, cristal) como por su versátil cocina de influencia internacional -entre tanta cerveza tocará llevarse algo a la boca en algún momento-. Antes de ir, puedes consultar sus redes para los eventos que celebran diferentes días de la semana. Será fácil coincidir con un concierto acústico o alguna sesión de dj.
A un paso de la mítica Plaza Dos de Mayo, epicentro de la vida malaseñera, se encuentra uno de los hotspot predilectos de los modernos capitalinos. El Verbena Bar es un pequeño local que te recibe con sus característicos banderines colgados del techo (como en la verbena de tu pueblo, sí) y con una carta muy de aquí para acompañar las Mahou. Entre sus platos encontramos a una morena y una rubia, que además de ser una popular canción de verbena, son también sus papas bravas. También en opción pelirroja: sus chips de boniato. Lo dicho, si lo que buscas en buen rollo, gente con mucho rollo y un ambiente de lo más cañí, el Verbena te espera con las puertas abiertas.
Con aires al camarote del capitán Nemo, con suelos de madera y butacas de terciopelo azul, el hermano “pequeño” de La Pescadería (Grupo Lamucca) es el sitio perfecto si lo que buscas es empezar la noche como lo harían los mismísimos Ava Gardner o Ernest Hemingway. El Fishermans funciona como club, por lo que antes debes hacerte miembro/a a través de su web, pero tranqui, porque el trámite no lleva ni un minuto. Además, el resultado lo merece: ¿a quién no le hace unas cañas bien tiradas o un rico cóctel y, si la cosa se viene arriba, unas ostras en un club privado de Malasaña?