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1. Goiko Grill: pecado carnal
Dios sabe que una buena hamburguesa, de esas de tamaño indecente, es el mejor antídoto que existe contra la ansiedad. Las de Goiko Grill, con tres locales ya en Madrid (Prado, 15; Glorieta de Bilbao, 3; Princesa, 23) y los que vendrán, poseen además la capacidad de hacer aparecer, casi de forma inmediata, una sonrisa bobalicona en tu cara. Y es que las hamburguesas de autor de la familia Goikoetxea (elaboradas con carne fresca de vaca española y pan artesano), son cosa fina. Ojo, por ejemplo, con la Seductora, elaborada con pulled pork, queso americano, aguacate, chutney de mango y chips de nacho: ¡morimos de amor!
2. Taquería Mi Ciudad: de taco en taco, y tiro porque me toca
Siguiendo con México, nos vamos de cabeza a Taquería Mi Ciudad (Fuentes, 11), otro de esos locales ideales para resarcirse de todo a base de cervezas y comida rápida (pero exquisita) a un precio fetén. Y es que la Taquería Mi Ciudad es un clásico de Madrid: un sitio pequeñajo, para comer sin muchas comodidades en un taburete o en una esquina apretujado, pero en el que disfrutar de una cocina mexicana, auténtica y sin pretensiones de ningún tipo, a la que te volverás adicto. ¿Recomendaciones? El clásico taco de pollo al mole poblano, para los amantes del chocolate, o la infalible cochinita pibil.
3. Aió: viaje a Cerdeña desde Malasaña
Y de México nos vamos a la bella Italia, a catar la cocina casera de Marcello y Andrea en Aió (Corredera Baja de San Pablo, 25). En un local 100% malasañero (pequeñito, informalón, con parking para bicis y rebosante de encanto) esta pareja de amigos ha hecho estragos con su cocina de Cerdeña, en la que destacan sus pastas (algunas nada habituales en los italianos madrileños, como la frégola, que preparan con mariscos como si fuese una paella) y, cómo no, sus pizzetas, con intenso sabor a tomate y una masa fina y jugosa. ¿Nuestra recomendación? Los saccottini di zio Davide, rellenos de queso pecorino de Cerdeña y pera con pesto de rúcula, y los culurgiones rellenos de patatas, queso pecorino y menta en salsa pomodoro, ¡riqúisimos!
4. Yokaloka: la ‘izakaya’ japonesa del Mercado de Antón Martín
Seguimos nuestra ruta internacional por la mejor comida rápida de Madrid y nos paramos en el Japón de Yokaloka (Santa Isabel, 5), en el Mercado de Antón Martín, otro de esos lugares memorables que todo aquel que se considere ‘foodie’ y madrileño de pro debería conocer, sí o sí. Aquí, entre la frutería y la pescadería de toda la vida, y antes de que nadie supiera lo que era un ‘hipster’, la japonesa Yoka Kamada instaló su chiringuito nipón, y hoy en día sigue sorprendiendo con sus menús de auténtica comida japonesa para llevar (si lo prefieres, también se puede tomar en barra, como en una izakaya). ¿Nuestra recomendación? Pregunta por ella, que es un encanto, y déjate asesorar, ¡no te arrepentirás!
5. Bolero Meatballs: la reinvención de la albóndiga
Cerca de Callao está este local que ha revolucionado un producto tan poco glamuroso como la albóndiga de toda la vida transformándolo en una delicia para gozar, ya sea en formato clásico (puedes acompañarlas con patatas horneadas, arroz o pasta) o en bocata. Sus impulsoras, Nina Lashchenova y May Nocon, se inspiraron en la ‘street food’ neoyorkina para crear Bolero Meatballs (Conchas, 4), un local rebosante de ‘rollo’ en el que vas a poder elegir entre albóndigas preparadas de todas las formas habidas y por haber, tanto en versión tradicional, con carne de ternera de primera, hasta oriental o incluso vegana.
6. Tierra Burrito Bar: el burrito de siempre, en el ambiente más ‘cuqui’
Y seguimos pecando, esta vez en un local que ha reinventado el concepto cutre de Tex-Mex que todos conocíamos: Tierra Burrito Bar, que ya cuenta con varios locales en Madrid (General Yagüe, 12; Guzmán El Bueno, 52; Sagasta, 30) y que se define por su cuidadísima estética (espacios diáfanos, con predominio de elementos industriales y madera en los que todos los detalles cuentan). Su especialidad, cómo no, son los burritos tamaño king size, cuyos ingredientes puedes seleccionar tú mismo en barra. Para completar el homenaje, y ya que estás, puedes lanzarte también a catar sus nachos con sus tres salsas (guacamole, pico de gallo y nata agria), ¡porque tú lo vales!
