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El Ateneo, platos originales en un ambiente muy british – 0thfloor
Ponerse romanticón en esta época del año es fácil, pero dar con un lugar perfecto para disfrutar de una velada que esté a la altura no lo es tanto. Y si el objetivo es sorprender a esa persona con la que conseguiste el match (y que ya te tiene encandiladx), nosotras tenemos claro a qué restaurante recurrir: el El Ateneo (Santa Catalina, 10).
Ubicado en una localización privilegiada (en el Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid), se trata de un multi-espacio de estética inspirada en los cafés británicos del siglo XIX. Luces tenues, paredes de ladrillo blanco, sillones chester… Vamos, un lugar idóneo para que a tu acompañante se le caiga la baba. Y esto último es literal, ya que además disponen de platos que bien se merecen un superlike. En su carta, especializada en platos tradicionalmente españoles con matices internacionales, destaca la Tira de ternera con crema de boniato, salsa barbacoa coreana y toques de ají amarillo. ¡Un brindis cervecero por este sitiazo!
‘Maracca’, cocina viajera en Chamberí – Kino Jerez
Me encanta Chamberí. Se nota, ¿no? Y más desde que descubrí Maracca (Santa Engracia, 112), un sitio que se describe como canalla y viajero porque, además de su ambiente informal, su carta propone un viaje por el mundo de los sabores. ¿Y qué hay mejor que un viaje inesperado para sorprender a tu cita?
Todo ello es obra de Juanjo Canal, el chef de Maracca, que consigue combinar la cocina tradicional con la de vanguardia, fusionando los sabores y dando a luz platos como la Ensalada thai de calamar braseado para empezar o el Tataki de atún rojo escabechado en sanbaizu, combinando a la perfección esa comida asiática con ingredientes españoles.
Y si necesitas ayuda para sorprender a tu cita, aquí van mis recomendaciones: Croquetas de jamón, de las que hacen competencia a tu abuela, con una bechamel se derrite en la boca; el Ceviche estilo tiradito, también es buena opción, por la cremosidad de su salsa con base de la mítica de leche de tigre. La mayoría son platos para compartir, que también es una buena forma de conocerse. Como las Costillas melosas glaseadas con yakiniku, que son una auténtica locura. Eso sí, mi Mahou Cinco Estrellas, de momento, no la comparto con nadie; para eso tiene que ganarse del todo mi corazón.
‘Teckel’, el restaurante de moda cerca del Bernabéu – Ángela Henche
Siempre que me piden una recomendación para una primera o segunda cita recomiendo el mismo sitio: Teckel (Av. de Concha Espina, 55). Es un restaurante que hará que vuestros acompañantes se queden con la boca abierta nada más atravesar la puerta: paredes azules, mucha luz, plantas, espejos y ese papel pintado… Las cosas como son: es un restaurante de lo más cute.
Tampoco hay que olvidarse de la carta porque ¡está todo buenísimo! Los platos son muy variados pero, sin duda, -y ya que estamos hablando de una cita- yo recomiendo algunas opciones más ligeras, como el Salmón curado en ceniza o los Periquitos de aguacate. También son perfectos para compartir su Falso risotto de setas y Mahón y el Souflé ali-miel con shitake.
Y si pensabas que no podía ser más perfecto, es que se te ha pasado por alto su terraza cubierta, en la que se está genial. Vamos, lo ideal para tomarse una buena Maestra de Mahou con tu match para celebrar una cena especial.
Fismuler, el local para perfecto para todo tipo de cenas – Kikillo
Un sitio con buen ambiente para una cita es Fismuler (Sagasta, 29). Este local de estilo nórdico e industrial en Chamberí tiene diferentes salones en los que vas a encontrar todo tipo de mesas. Si quieres un rincón apartado para tener más intimidad, lo tienen; si prefieres una ubicación más visible para poder tener una cena más desenfadada y poder disfrutar de las actuaciones musicales que suele haber por las noches, también.
Por eso mola este restaurante en el que, además, se come de vicio y a precios nada desorbitados. ¿Mi plato recomendado? El Carpaccio de ternera ahumado, que llega acompañado de pan con mantequilla sin pasteurizar. ¡De chuparte los dedos! Y para beber, ya sabes: nada como una Mahou Sin.
