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Dónde comer perritos calientes en Madrid
Hay muchos trucos y secretos para que un perrito caliente sea un verdadero manjar. Nosotros te propones cinco lugares cuyos bocados asombran por los ricos que están. ¿Los descubres con nosotros?
Hot dog, perrito caliente, bocata de salchichas… Llámalo como quieras, pero eso sí, ¡cómetelo con las manos! El rey del finger food está más en forma que nunca y aterriza en estos locales para calmar ese crujir interno que suele aparecer entre Mahou y Mahou. Te recomendamos varios lugares en diferentes barrios de Madrid donde apreciar este icono de la cultura americana que no tiene pinta de pasar de moda.
Tomarte un perrito caliente en un bar cuyo nombre está inspirado en Roy Orbison (¿Que quién es? “Anything you want, you got it, anything you need, you go it…”) es otro f***ing nivel. Este bar a dos pasos del metro Tribunal seducirá a los flipados de la música de los años 50 y 60 y a todo vintagefriendy que se precie. Aunque para lamerse los dedos con sus perritos calientes no hará falta que cumplas ninguno de estos requisitos. Ya sabes, en tu próxima aventura por Malasaña que no falte una vuelta por el In Dreams, y acompañar tus cañas de Mahou con un buen Hot Dog Little Richard (¿Qué tampoco sabes quién es? Esta vez, que te ayude San Google…).
A escasos metros de Tirso de Molina se encuentran estos cines gestionados por El Imparcial que hace las veces de bar, punto de encuentro, sala de concierto, presentaciones de libros y lo que se tercie. Los que fueran otrora la última sala de cine porno en la capital, hoy es un espacio lleno de buen rollo donde pasarse las horas entre colegas. Y como sabemos que entre Mahou y Mahou llegará el momento en que te entrará la gusa, desde aquí te recomendamos catar su perrito caliente americano, con bacon, cheddar y patatas fritas. Un clásico antes de perderte por las calles de Lavapiés.
Hay perritos calientes y perritos calientes. Los de este local del barrio de Cuzco, entre oficinas y residencias (ojo, porque si trabajas por la zona, este será tu nuevo place to be) merecen la pena. Primero, porque es un bar especializado en charcutería de la buena; y segundo porque es un clásico de la Castellana avalado por medio siglo de experiencia. En definitiva, un sitio de los de toda la vida, a medio camino entre un ultramarinos y una cervecería de barrio, donde ponerse las botas. Eso sí, no entusiasmará a los veganos.
De camiones va la película. Y es que El Jefe tiene hasta un food truck en la entrada, además de propuestas street food a la americana, entre las que destaca su loco hot dog truck sobre ternera de Ávila (what?). Pero ojo, porque la experiencia no acaba con el perrito caliente. El restaurante cuenta con una amplia carta protagonizada por la fusión de sabores y culturas. Desde Estados Unidos a México, pasando por cocina asiática y españolas. Prueba también sus croquetas tigre o sus almejas. Aquí, quien no come no gana.