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Parque de El Retiro
Junto a la puerta de Murillo, entre el Retiro y el Museo del Prado, se encuentra este maravilloso lugar con una terracita que es toda una obra de arte. Un bistró mediterráneo que abre ininterrumpidamente de desayuno a cena (muy mahoudrileño, que no nos gusta parar a nosotros). Su decoración es exquisita ya que rescata ese vibe que tiene los cafés clásicos, pero con un espíritu moderno y una carta cuanto menos sugerente: ceviche de corvina, secreto ibérico a voces –con salsa de hongos y puré de patatas con mostaza ancienne–, risotto de tomates secos y Grana Padano…. Además, si eres amante de los brunch, this is your place honey porque tienen una carta específica para ello. Súmale unas cervecitas fresquitas y simplemente F A N T A S Í A.
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Parque del Oeste
¿Eres menos de Retiro y más de Parque del Oeste? Tranqui, que tenemos el lugar para ti: el secreto de Kipling es uno de esos locales con encanto en lo que puedes desde tomarte unas cañitas tranquilamente con los colegas a irte de cenita, echar una partida de juegos de mesa o disfrutar de una exposición de fotografía. Vamos, el mejor sitio para descansar de tu paseíto por el parque. Además, el local es supercuco, la comida está que te mueres y, de vez en cuando, hay algún que otro concierto. ¿Qué más necesitas?
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Parque Santander
Las tabernas clásicas de Madrid tienen ese nosequé que te enamora a primera vista. Es el caso de Sirius, una taberna fundada en 1984 y que es parada obligatoria si vas de tour por el Parque Santander. Tienen uno de los mejores picoteos de Madrid: las bravas están que te mueres y si a eso le sumas unas buenas raciones de boquerones, mejillones tigre, pulpo a la parrilla o fritura de pescaditos, apaga y vámonos. Además, en el local son supermajos, así que aparte de comer bien, vas a gozar de lo lindo con el servicio. Anótate un par de ronditas de Mahou; el sitio bien las merece.
