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Empezamos esta ruta por uno de los locales indispensables para todos los amantes de la comida asturiana en la capital. Como no podía ser de otra manera, la Fabada de El Ñeru está on point. ¿Su secreto? La elaboran a diario desde 1974 con productos seleccionados y traídos diariamente desde el Principado de Asturias. Antes de ponerte a tope con la cuchara, te recomendamos tomar una caña con tus amigos en la barra, que estará siempre acompañada de unas espléndida tapas de chorizo a la sidra, tortilla o queso cabrales.
Continuamos la ruta en una de las mejores embajadas gastronómicas que tiene Asturias en la capital. Gestionado por los hermanos Manuel y Ernesto Feito, este restaurante sobresale por el excelente tratamiento de la materia prima estacional que se traduce en platos de alta cocina asturiana. Y su fabada no podía ser menos. Eso sí, aunque te acabes de comer un plato contundente de fabes, tienes que dejar hueco para su arroz con leche asturiano con su capa de azúcar caramelizado que ye muy prestoso.
Uno no puede visitar el restaurante del gran Paco Ron (galardonado con una estrella Michelín) y no pedir su extraordinaria fabada con su compango, sin duda una de las mejores de la capital. Si hay alguien en tu grupo de amigos que no sea muy de fabada… (unfollow directo) también puede optar por tomarse un buen cachopo de solomillo, otro de los platos más famosos de la gastronomía asturiana. Y de postre, nosotros recomendamos su torrija caramelizada con helado de leche. Simplemente amazing.
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Situado en una de las millas de oro gastronómica de la capital, el restaurante Couzapín sirve cocina asturiana de primera y el plato estrella de la casa no es otro que la fabada (¡Calla, ho!), cocinada a fuego lento con fabes cultivadas especialmente y traídas para este restaurante. Si antes del plato principal quieres compartir algo con tus amigos, te recomendamos las patatinas al cabrales o el pastel de cabracho.
Acabamos la ruta en este rinconcito de Asturias oculto en el barrio del Retiro. Y está claro que la fabada es el plato estrella del local. Pero antes de pasar a la fabada, te recomendamos compartir con tus amigos un buen plato de quesos asturianos. Y por supuesto acabar a lo grande con sus frixuelos rellenos de manzana. Su cachopo también es un must, pero casi que lo puedes dejar para una segunda visita para no acabar fartuco del todo.
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