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Planes para las Fiestas de Agosto en Madrid
Hay que ver lo que nos gusta una buena fiesta.
Y Madrid de esto tiene mucho, tanto que en el mes de agosto se acumulan los planes populares: de Lavapiés, con San Lorenzo y San Cayetano, a La Latina, con la festividad de la virgen de la Paloma. Tres fiestas para vivir en la calle, y en los bares, cómo estos que proponemos los bloggers de Mahoudrid.
eat&love. Café Pavón y Taberna Angosta, dos tabernas con encanto castizo para las fiestas con más solera de Madrid
Si algo tienen las fiestas de La Paloma y Lavapiés es solera y, de eso, saben un rato en las dos tabernas que te recomendamos visitar para disfrutarlas a tope. El Café Pavón (Embajadores, 9), por ejemplo, es uno de esos locales icónicos que derrochan desparpajo por todas sus banquetas.
Y es que en la barra de este mítico ‘bareto’ -que debe su nombre al mítico Teatro Pavón y que reabrió en 2015 tras un lavado de cara que mantuvo señas de identidad, como su espectacular barra de zinc- se respira un ambiente de barrio que enamora. ¿Nuestro consejo? Encarámate a una banqueta, hinca el codo en la barra y disfruta con una cañita de su selección de bocatas o de su tortilla de patata, ¡te encantará!
Otro clásico de barrio que no podíamos dejar de recomendar es nuestra querida Taberna Angosta (Mancebos, 6). Escondida en la encantadora calle del mismo nombre, su terraza es una de las favoritas de los ‘latineros’ en busca de un ‘plan B’ a los codazos y empellones de la mayoría de bares de la zona. Relájate bajo las hojas de sus palmeras, pide una caña y una de sus clásicas tostas (la Angosta, con anchoas y paté de aceitunas es una de nuestras favoritas). Y, por supuesto, no te olvides de brindar a nuestra salud.
Gastronomistas. Benteveo y Casa Paco: dos estilos con ADN Madrid
El Madrid más castizo se divierte de fiesta en fiesta durante todo el mes de agosto, con una agenda donde no hay pausa y a la que hay que buscarle hueco para hacer paradas estratégicas, calmar la sed y coger fuerzas. Nuestra recomendación pasa por una caña bien fresquita en Benteveo (Santa Isabel, 15), un local que nos encanta por su alma retro, su buen ambiente y sus increíbles tostas (tomate fresco, brie, calabacín y pesto rojo, pollo en bechamel con champiñones, york y parmesano…).
Madrid Diferente. De La Latina más coplera al Lavapiés más internacional
Si algo tiene de bueno pasar un mes de agosto en Madrid, es poder disfrutar plenamente y sin demasiados aglomeraciones de sus fiestas patronales. Entorno al 15 de agosto, que es cuando se celebra el día de la Vírgen de La Paloma, el barrio de La Latina saca sus mejores galas al balcón, y quien dice galas dice flores, mantones y banderolas que le dan al barrio ese aire verbenero que tanto gusta. En ese ambiente, una de las barras imprescindibles es la de La Perejila (Cava Baja, 25), el bar más folclórico de toda la Cava Baja. Además de cañas muy bien tiradas, sus raciones son de quitar el ‘sentío’, como las buenas coplas: perejilas (como llaman aquí a las albóndigas), castañuelas (mejillones) o salmorejo cordobés.
Y si La Paloma atrae a los madrileños hasta La Latina, San Cayetano y San Lorenzo hacen lo propio en Lavapiés tan solo unos días antes. Limonadas, bailes en plena calle, campeonatos de Mus y otros juegos populares -¿quién no se acuerda de la rana?- desde primeros del mes de agosto. Para combatir el calor y reponer fuerzas, nada como dejarse caer por lugares como La Falda (Miguel Servet, 4), un sitio con aspecto de bar de barrio y propuestas gastro actuales traídas de otras latitudes: la tortilla de patatas al estilo Betanzos comparte carta con unas costillas de cerdo asadas a baja temperatura con salsa hoisin y hasta con rollitos vietnamitas para tomar con una buena caña y poner el toque más exótico a las fiestas más populares de la ciudad.
Madrid Seduce. De La Infinito a Generación Beat: castizos, culturales y con mucho rollo
La diversidad y el buen ambiente callejero que reina en la capital en verano se traslada también a los bares, como La Infinito (Tres Peces, 22), un bar-librería que lleva algunos años ofreciéndonos un sinfín de sorpresas en su coqueto espacio: libros para leer o prestar, una divertida carta con referencias al cine, la música y la literatura, brunch, platos para compartir y buena cañas. También hay que seguirle la pista a su interesante programación cultural, y que suelen ofrecer en su escondite de la planta baja. Perfecto para dar esquinazo al bullicio de las fiestas aunque sea por unas horas.
Y bajando hacia La Latina nos encontramos con Generación Beat (Grafal, 2), un pequeño refugio con toque vintage en una calle prácticamente escondida, donde se pueden degustar platos caseros y castizos (sus croquetones o sus rompehuevos son clásicos de su carta), al ritmo de una magnífica selección musical. Y, si se tercia, hasta con competencia de dardos. Con cariño y sin prisas, es su premisa. Incluso en pleno apogeo de las fiestas del barrio. Y si no, acercaos y veréis.