Llevan Ica y Lina, madre e hija de origen rumano, más de 15 años regentando esta entrañable y pequeña taberna del barrio del Pilar que es todo un tesoro. Y lo es por la simpatía y el cariño que ponen en todo lo que hacen, incluida una cocina casera de raíces mediterráneas.
Ponte cómodo bien en su barra o en su pequeño comedor y disponte a saborear las delicias que salen de la cocina de Ica. Riquísimos los canapés que se sirven partidos en dos. El bloc de foie con reducción de Pedro Ximénez es un sinfonía de sabores difícil de superar. Además, ensalada de pimientos rojos asados y ventresca, revuelto de gambas y gulas, tagliatelle con salsa boletus, berenjenas rellenas gratinadas, solomillo al estilo Wellington, bacalao marinado con pan tumaca, carpaccio de bacalao, entre otros. Pero si hay un plato que hay que probar son las espinacas con huevos estrellados y virutas de bacón. Sublime en su simplicidad y pleno de sabores.
También conviene estar atentos a las sugerencias como los riquísimos garbanzos con gulas. Los martes plato de cuchara y los jueves cocido. Todo un descubrimiento que no verás en ninguna guía pero que vale la pena probar.